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El vino es
una de las bebidas alcohólicas más antiguas y de mayor consumo alrededor del
mundo, por lo que existen distintas investigaciones que nos han llevado a
descubrir algunas propiedades benefactoras para la salud. El afamado médico de
la antigua Grecia y defensor del alimento como medicina,
expresaba “que tu alimento sea tu medicina, y que tu medicina sea tu alimento”.
Un reciente estudio
publicado en la revista médica The Lancet, reveló que
consumir alcohol no es tan saludable como se creía, sin embargo, hay mucha
controversia en el tema, debido a que existe evidencia sólida sobre las
propiedades nutrimentales y los beneficios a la salud a partir de la ingesta
moderada del vino tinto.
En la actualidad, ya son
conocidos los beneficios que aporta la ingesta, siempre moderada, del vino
tinto para la salud, lo que quizás no se conocen son los bienes que
poseen los componentes del vino tinto que se presentan a
continuación:
Los polifenoles tienen efectos antioxidantes
Los polifenoles son unas moléculas presentes
en el vino. Estas sustancias se encuentran en gran cantidad en el
hollejo, las pepitas y en el raspón de la uva y se transfieren muy concentradas
al vino. En el caso del vino tinto se multiplican gracias a su propio proceso
de fermentación.
La concentración de
polifenoles del vino tiene un promedio de 2,57 gramos por litro para el vino
tinto y entre 0,16 y 0,30 gramos por litro para el blanco. Por tanto, para
conseguir el efecto antioxidante de una copa de vino tinto (aproximadamente 150
mililitros) tendríamos que tomarnos unas doce copas de vino blanco.
Los flavonoides son protectores contra enfermedades cardiovasculares
Los flavonoides son
un subgrupo de polifenoles del vino que pueden llegar a ser
beneficiosos para prevenir el infarto del miocardio. Estudios científicos
revelaron que el resveratrol y la quercetina (los
dos tipos de flavonoides más estudiados) tienen propiedades vasodilatadoras y
antiinflamatorias.
El resveratol es altamente beneficioso contra numerosos tipos de cáncer
El resveratrol es un nombre que se le
da a un tipo de polifenol
flavonoide del vino. Es anticarcinogénico, antiproliferativo y antiangiogénico.
En otras palabras, previene la aparición
del cáncer, evita el desarrollo del mismo si ya se padece e incluso impide la
propagación del cáncer a otros órganos distintos del foco cancerígeno que se
originó en el primer lugar, lo que conocemos como metástasis.
El resveratrol podría prevenir enfermedades neurodegenerativas como el alzheimer
El resveratrol ofrece una opción prometedora
en el tratamiento y prevención de enfermedad de Alzheimer,
Parkinson, enfermedad de Huntington y otros desórdenes
neurológicos, puesto que en numerosos estudios se ha visto que el tratamiento
con resveratrol disminuye marcadamente el daño cerebral causado por
hemorragias, convulsiones o epilepsia.