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La ciencia ha develado en cientos de ocasiones que el consumo de
alcohol se relaciona con la depresión
del sistema nervioso central, dando lugar a la perturbación de sus
funciones, disminución de la actividad motora, además de alterar la percepción
de sí mismos y de los demás.
Por otro lado, dicen que el alcohol cambia la forma como
percibimos a los demás haciendo que esa persona que no nos llama la atención,
termine por atraernos con unas copas encima. Aunque esto suene a excusa después
de una noche de diversión, un estudio demostró que esta teoría es cierta.
De acuerdo con una investigación realizada por la Universidad de Bristol en Inglaterra, determinó que consumir
una copa de vino hace que nos
veamos más atractivos para los demás, esto debido a los efectos físicos que
el alcohol tiene en nuestro
cuerpo.
Para este estudio participaron alrededor de 40 personas que fueron
fotografiadas sobrias previamente. Primero se les hizo beber una cantidad de
alcohol equivalente a una copa de vino antes
de tomarles una segunda imagen. Finalmente se les ofreció una copa más para
fotografiarlos por tercera vez.
Las tres imágenes se mostraron a un grupo de personas sobrias para
que determinaran cuál de todas ellas les parecía más atractiva y más accesible
para entablar una conversación. Sorprendentemente, las imágenes ganadoras
fueron las tomadas después de una copa de
vino.
¿Por qué ocurre esto? Los investigadores no lo saben con
certeza pero creen que una pequeña cantidad de alcohol hace que nuestros
músculos faciales se relajen, las pupilas se delaten y nuestras mejillas tengan
más color causando una mejor impresión en los demás.
La foto menos atractiva fue la última, donde el alcohol hace que
las características agradables cambien. “Lo que hace el alcohol promueve los
aspectos en la expresión facial que consideramos atractivos pero eso no quiere
decir que sea saludable”, aseguró el experto Marcus Munafò.