Leopoldo Lares Sultán: El origen de la copa para tomar vino

Para “beber” vino un vaso común. Para “disfrutar” el vino, en sus sabores, color y aromas nada mejor que una copa.


Leopoldo Lares Sultán



La copa es un elemento cotidiano e infaltable a la hora del vino ¿Sabe Usted cuál es su origen? ¿Por qué tiene esa forma?, ¿por qué se usa una copa para cada tipo de vino?

La verdad es que, el origen de la copa no es preciso en fechas ni autores. Los estudiosos del tema, sitúan los primeros ejemplares en la época griega, otros en la época cristiana, y otros en el siglo XVI.

Sin embargo al inicio se usaron una especie de tazones. La copa tipo cáliz con pie se creó en el siglo XVI. Los primeros en utilizar el cristal para elaborar copas, fueron los venecianos, pero en el siglo XVIII los ingleses popularizaron las copas en cristal o vidrio.

Las copas en general deben cumplir con tres conceptos básicos y uniformes: una base o pie amplio, proporcional a la copa, que sirva de apoyo; un tallo de un largo para poder agarrarla sin tocar el cáliz que contiene el vino, evitando transmitirle calor. Y el cáliz, de forma de "tulipán", con su borde superior levemente cerrado, para retener los aromas.

Leopoldo Lares Sultán


La ciencia de las formas y tamaños de las copas

La copa de vino blanco es más pequeña que la de tinto, para: evitar que pierda la temperatura de servicio. Para que los aromas afrutados y florales se disfruten mejor. Su abertura angosta permite inclinar levemente la cabeza hacia atrás para que el vino llegue a la parte media de la lengua, lugar de las papilas detectoras de la acidez, principal característica de los vinos blancos.

La copa de vino tinto posee mayor tamaño, permitiendo la oxigenación del líquido, volatilizando  sus moléculas de olor. El vino tinto necesita mayor superficie de contacto líquido-aire y una gran cámara donde concentrarse, favoreciendo que el vino se vaya "suavizando".

Leopoldo Lares Sultán


Su abertura ancha ayuda que el vino "bañe" toda la boca para el reconocimiento de los distintos gustos y sensaciones.
La copa para espumantes estilo "flauta", alargada y delgada, ayuda a apreciar el tipo y cantidad de burbujas que posee. Su abertura angosta logra una menor área de contacto entre el vino y el aire, minimizando la pérdida del gas favoreciendo la formación de espuma.