Todo lo que debes saber sobre el vino rosado



A diferencia de los vinos tintos y blancos, el vino rosado tiene un proceso de elaboración completamente distinto, desde su color, sabor, textura y fermentación hasta la calidad de las uvas. Al igual que el tinto, esta bebida también se puede hacer con uvas tintas y en ocasiones con uvas blancas.
Técnicamente, es una combinación de ambas uvas, la diferencia es que el contacto es más corto en el vino rosado. Por tanto, dependerá de la duración y de la temperatura durante el contacto entre el jugo de uva, que es casi incoloro, y las pieles de la uva durante el tiempo de maceración.  Cuanto más tiempo esté la piel de la uva en contacto con el vino, más oscuro es el color de un vino rosado.

Por otra parte, es importante conocer el contraste entre un vino rosado y un clarete. En los vinos claretes la fermentación tiene lugar en presencia de hollejos y en los vinos rosados la fermentación tiene lugar sin la presencia de hollejos, el mosto que ha cogido color fermenta sin las partes sólidas.
De esta manera, los rosados de calidad proceden en su mayoría de uvas tintas y de una sola variedad. Esta bebida comparte prácticamente los mismos métodos de elaboración que el vino blanco. Sólo se utiliza el mosto yema que es el que procede del primer prensado.
Para su elaboración, está procede del prensado directo, una vez llegue a la bodega, la uva tinta, se prensa, como en vinificación en blanco y el mosto coge un poco de color de los pigmentos del hollejo. A continuación se fermenta.

A groso modo el proceso es el siguiente, se despalilla y estruja, luego se deja macerando un período corto (menos que los vinos tintos, entre 8-24h). Durante esta pequeña maceración el mosto coge color y aromas de los hollejos. La tonalidad característica de los rosados se debe al tiempo de maceración de mosto con los hollejos. A continuación se separa (sangrado) el mosto de las partes sólidas y se fermenta a temperatura controlada de 17 a 20 ºC.
Al acabar la fermentación alcohólica, el vino se sulfita, clarifica y estabiliza, para evitar la fermentación maloláctica o segunda fermentación, ya que perdería la acidez y frescura de estos vinos.