Leopoldo Lares Sultán: Trucos para entrenar el olfato para la cata de vinos



Nadie en este mundo nace con un olfato "superdotado", siendo el olfato uno de los sentidos más importantes, es uno de los pocos usados permanentemente, pocas veces le prestamos atención, sin embargo, para la cata de vinos este sentido resulta ser imprescindible.

Aunque catar vino es siempre subjetiva, desde el punto de vista psicológico (gustos personales, capacidad de descripción) y fisiológico (cada uno es más o menos sensible a diferentes aspectos como los aromas, sabores, etc.), esta sensación de oler y degustar los diferentes aromas que emana del vino suele ser un verdadero arte.


Si bien nuestra sensibilidad olfativa es como diez mil veces mayor a la gustativa, nos encontramos muy a menudo con personas que atribuyen no tener la capacidad de reconocer aromas en una copa de vino.


El tema no es que no perciban estímulos aromáticos sino que por lo general lo que no pueden hacer es describirlos por no haberlos registrado previamente en su memoria olfativa; puesto que solo se puede describir lo que se recuerda. Y aquí es donde entra en juego la atención que uno pone en lo que come y bebe, además de las cosas que nos rodean.

Un ejercicio que te permitirá reconocer y describir aromas consiste en abrir, por ejemplo, el frasco del orégano y, poniendo atención, oler, cerrar los ojos y entonces "visualizar" el orégano en tu mente, esto te permitirá familiarizarte con el aroma sin la necesidad de ver la especia.



Siempre digo que entrenar el olfato es como entrenar en el gimnasio, si lo haces regularmente al cabo de un tiempo comenzarás a ver los resultados; entonces intentos a dedicarle 10 minutos cada día y con la mayor cantidad de especias posibles.


Lo mismo se puede hacer con flores, frutas, verduras y carnes. Si estás cocinando presta atención a cómo huelen los alimentos cuando están crudos y cuando están cocidos. Sin lugar a dudas la clave de todo reside en poner atención.