Leopoldo Lares Sultán: Aprende cómo abrir una botella de vino sin sacacorchos



¿A quién no le ha pasado alguna vez? Nos disponemos a disfrutar de un buen vino, una botella que hemos reservado para una ocasión especial. Tenemos tiempo para hacerlo, un lugar agradable, buena compañía y algo para picar mientras lo degustamos. Todo parece perfecto, hasta que nos damos cuenta de que no tenemos abridor. Entonces, cansados de tanto buscar, surge la pregunta: ¿cómo abrir una botella de vino sin sacacorchos? Que no cunda el pánico.

A continuación veremos algunas alternativas para destapar una botella de vino sin abridor. Una información que les será de gran utilidad la próxima vez que se enfrenten a esta situación y que te hará quedar como unos auténticos MacGyvers.

Abrir una botella de vino con un cuchillo

Suena peligroso, es cierto. Pero solo hay que tener un poco de cuidado y sentido común. Y sobre todo, nunca hacer algo de lo que no estemos seguros que va a salir bien.

El método consiste en clavar la punta de un cuchillo justo en la mitad del corcho, sin llegar a atravesarlo, para que no caigan restos dentro de la botella que alteren el vino. Una vez hemos clavado el cuchillo, lo giraremos muy despacio, intentando no destrozar el corcho. Cuando consigamos que el corcho empiece a girar ya habremos hecho lo más difícil.

Ahora solo hay que seguir girando el cuchillo mientras tiramos de él hacia arriba. Veremos que el tapón va saliendo como si de un tornillo se tratara. Siempre que sea posible, deberemos utilizar mejor un cuchillo de sierra, puesto que nos aportará más agarre a la hora de ir tirando del tapón para extraerlo.


Abrir una botella de vino utilizando un tornillo de gancho y un bolígrafo


Este método puede que sea el más parecido a construir un sacacorchos de emergencia. Necesitaremos un tornillo de gancho, de los que se utilizan, por ejemplo, para colgar cuadros. Deberá tener un tamaño lo suficientemente grande como para que podamos atornillarlo al corcho con nuestras manos sin que nos hagamos daño. Una vez que tenemos fijado el gancho, introducimos en él un bolígrafo, que hará las funciones de empuñadura de nuestro improvisado sacacorchos. Ahora, solo deberemos tirar del corcho hacia arriba con cuidado.


Abrir una botella de vino con un zapato

Pongámonos en el caso de que no tenemos a mano ni un tornillo de gancho ni un cuchillo. Todavía hay esperanza. Solo necesitamos algo que siempre (o casi siempre) llevamos puesto. Nuestros zapatos. Bueno, al menos uno de ellos.

El método consiste en introducir la base de la botella dentro del zapato, colocarla a la altura del talón y golpear la suela del zapato contra una pared con la botella dentro. La fuerza del impacto que recibe el zapato se transmitirá al vidrio de la botella, de ahí pasará al propio vino, que empujará la pequeña cantidad de aire que siempre queda entre el vino y el corcho y, finalmente, este último irá saliendo poco a poco con cada golpe. Cuando el corcho asome lo suficiente, podremos tirar de él con nuestras manos.