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Quien prueba un vino italiano coincide que es un vino con personalidad propia. Personalidad que adquiere según la zona donde se produce.
Italia es considerada tierra de pasión en la producción y cultivo de la vid, contando con una gran variedad de vinos por lo que fue llamada en tiempos antiguos Enotria, tierra de vinos.
Los Enotri, eran habitantes de estas tierras y se dedicaban a la siembra, cultivo de vides y producción de vino, siendo muy interesante estudiar la historia del vino en Italia.
En Italia conseguimos 20 regiones vinícolas de larga tradición y más de 800 variedades de uva destinadas a la vinificación. Entre estas zonas destacan la Toscana y Piamonte como las mejores regiones vinícolas y que no debes perderte si deseas conocer sobre estos deliciosos y variados vinos.
Viaje rápido por el vino italiano.
En Italia conseguimos vides de origen internacional que se dan exitosamente, sin embargo las vides domésticas poseen un sabor característico que dieron a sus vinos fama mundial.
Veamos más de cerca:
Variedades Italianas:
Tintas: Barbera, Dolcetto, Montepulciano, Sangiovese, Nebbiolo.
Blancas: Vernaccia, Cortese, Trebiano.
Desde el año 1963 el gobierno italiano establece la denominación de origen o “sistema de denominazione di origini” y sólo hasta hace poco las cosechas estaban reguladas por las leyes italianas.
Pero dada la gran cantidad de producción y formas el gobierno ha introducido la llamada Categoría de calidad del vino Italiano.
Son tantos y diversos que puede que te confundas al elegir una botella, toma en cuenta estos nombres:
Amaro: Ligeramente amargo.
Classico: Con denominación de origen.
Nero: Muy oscuro.
Passito: Producto de uvas pasificadas o pasas.
Recioto: Elaborado con uvas envejecidas.
Superiore: Con alto grado alcohólico.
Vin Santo: Es un vino dulce que se obtiene de un tiempo reposado en barricas.
Vino Liqueroso: Es un vino muy dulce y con alto grado alcohólico.
Maridaje de vinos Italianos.
La comida Italiana y el vino Italiano hacen un matrimonio perfecto, están hechos el uno para el otro. El Chianti o el Dolcetto d’Alba, van bien con todo, incluyendo la pizza.
El Piademont’s Barolo o Babaresco combinan bien con la carne roja por su alto contenido en proteínas su estructura y su acidez. Es el maridaje ideal.
Si prefieres mariscos, elige el Pinot Grigio, un vino blanco con buena acidez además de ser muy popular.
En todo caso, siempre es bienvenido un vino Italiano.