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Si, el vino
no solo se utiliza para poner una cena en ambiente romántico o para
inspirarte y relajarte mientras estás frente a tu computador escribiendo
tu próximo libro (típico cliché sobre los escritores) sino que también
lo podemos utilizar para cocinar deliciosos platos y darles un sabor único y especial.
Esta faceta del vino
es poco conocida en los países latinos, sobre todo porque no existe esa
cultura del consumo del vino, allí predominan otros licores como la
cerveza o el ron, por lo tanto no es muy utilizado en la cocina cotidiana.
Los vinos no son realmente necesarios para cocinar, por supuesto
existen recetas que requieren de algún vino en específico pero en
general los vinos en la cocina cumplen el mismo papel que las especias, dar color y enriquecer el sabor.
Los vinos tintos secos son increíblemente compatibles con platos como carne de cordero u otra carne roja asada, mientras la estés cocinando puedes agregarle un vino tinto como el Syrah
y la dejas cocinar a fuego lento, el sabor de la carne será potenciado
por el vino y el resultado será bastante agradable para tu paladar.
Otro ejemplo del buen uso de un vino en la cocina sería en los guisos, un poco de vino Oporto les da un toque especial y un gusto único. Los vinos no solo se utilizan en carnes sino que también podemos agregarlos a salsas de tomate, pastas o incluso pizzas, para estos casos podemos utilizar vinos afrutados para que destaquen los sabores.
Como puedes ver los vinos tienen muchas facetas
y realmente son muy buenos para combinar con tus comidas, una
recomendación personal es que una vez que viertas el vino en la comida
que se está preparando esperes unos 10 o 15 minutos antes de probarlo para que asiente bien el sabor.