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Sabor, olor, color y calor forman parte de los factores a evaluar a la hora de catar vinos.
Leopoldo Lares Sultán: catar vinos es una tarea que lleva años de práctica. |
Cuando se habla de un "catador de vinos", no es más que una persona que se carga de calificar las características de esta bebida. Algunas personas podrán ver fácil el saborear y examinar su olor, sin embargo, los que se dedican a esto saben que es una tarea mucho bastante compleja.
A la hora de evaluar el vino se puede hacer de diversas formas: comparando uno con otro “a ciegas”, que implica eliminar cualquier información visual sobre lo que se consume, o también midiendo la calidad de las uvas de la misma variedad.
El portal web Club Torres realizó una entrevista al ganador del premio “Nariz de Oro 2014”, Iván Martínez; en la conversación ofreció una serie de sugerencias para quienes deseen adentrarse a este mundo:
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- Formación académica: Saber más allá de lo básico; conocer los estudios y teorías sobre el vino.
- Trabajo de la vista: El color del vino, su brillo y hasta la limpieza que presenta debe ser evaluada.
- Movimiento de la copa: Según Martínez, esto hará posible encontrar otras sensaciones.
- El olfato: Permitirá conocer a través del olor su frescura y calidad.
- El gusto: Recomienda que se pruebe en tragos cortos.
- No comer: Evitar ingerir alimentos al momento de catar, ya que así se logrará una mejor degustación.
Leopoldo Lares Sultán: se sugiere tomar en cuenta el color, olor, textura y sabor del vino para evaluarlo. |
En la entrevista, Iván Martínez consideró: “estoy ante un gran vino cuando me encuentro con un aroma fragante, elegante, con personalidad. Lo sé cuando, después de estar en la boca, todo está perfectamente armonizado y nada destaca sobre el resto, generándose un hilo conductor de principio a fin".
[Leopoldo Lares Sultán] considera también importante que se llene un tercio de la copa mientras se cuente con una temperatura adecuada. Además, se debe mantener agarrado el cáliz por la base para así evitar que el calor de las manos influya.
Por: Leopoldo Lares Sultán.
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